domingo, 24 de noviembre de 2013

meh

Si acaso en algún momento me siento mal por cosas que no me conciernen, o bien me llego hasta preocupar seriamente de cada frase que suelto que pueda ser mal interpretada, o hasta pasar horas pensando el por qué de cosas que he hecho... cosas que ni los propios afectados recuerdan... es algo que no puedo evitar
Quiero desechar tanto escrúpulo y tanta mania... quiero ahogar esa innecesaria fuerza que me empuja a siempre ser el que pringa, el que soporta más de lo que debe y puede, el que por más que le cansa, no para de fijarse en cada movimiento y detalle de si mismo.
¿Acaso me preocupa que algo de mi vida cambie, que no se me acepte, que necesite la aprobación de alguien por algo, que no pueda evitarlo...?
No quiero pensar que sea una carencia de algo, ya que, si por algo me gusta que se me vea seguro, es porque odio la pena hacia mi. Hasta puedo recordar cuando un dia de pequeño, muy pequeño, me tropecé y  me hice muchísimo daño. Lloré dos rios. Pues peor me sentó que, al estar con amigos de mis padres en una barbacoa, una docena de adultos me atosigaran hablandome todos a la vez sin turno, sin orden, sin parar, sin tan siquiera darse cuenta que, desde su buena intención, no estaban más que aumentando el agobio de ese niño que sólo quería estar con su madre. Con lo mínimamente necesario. Con lo que de verdad quería.
A saber si esto habrá influido en mi vida. A saber si todos los demás sucesos que recuerdo con detalle en mi mente de cosas 'malas' para la mente de un niño pequeño, han tenido que ver con que me sienta así. Porque tal vez, sólo tal vez,  le de demasiada importancia a todo lo que hago, menos a lo que sólo a mi me concierne. Porque tal vez no quiera querer esto, sino que realmente lo que me llene sea hacer lo que me prohibo y controlo para no enloquecer, o no acostumbrarme.

Ni tan siquiera sé por qué os uso como desahogo, ni tan siquiera yo conozco el qué quiero desahogar.


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